COLOR DE LUZ
(TEMPERATURA DE COLOR)
El color de las luz se conoce como “Temperatura de Color” (TC) y se mide en (grados) Kelvin[1]. Mientras más bajo el valor de la TC, más amarilla o anaranjada la luz que se puede ver, y mientras más alto la TC la luz que se emite es más blanca hasta llegar a ser azulina.
La temperatura de color juega un papel muy importante al momento de elegir la iluminación que se implementará en un determinado ambiente. Así para lugares de recreación o esparcimiento se recomienda iluminaciones con luz cálida y no demasiado intensa, luz que inconcientemente relacionamos con la cálida luz emitida por el fuego, que nos acoge desde los albores de nuestro origen. Por otro lado, la luz más blanca la relacionamos con el día, momento de realizar actividades, por lo que una ilumiación de TC mayor (4.000 – 5.000K) es la recomendada para oficinas o lugares de faenas productivas, etc.
[1] En física, las unidades de medida se expresan con símbolos con letras minúsculas, por ejemplo, las unidades como metro (m), segundo (s), hora (h) entre otras. Por otro lado, si las unidades de medida hacen referencia al nombre de un científico relacionado a éstas, como Celsius (°C), Farad (Fa) Amperio (Ah), Kelvin (K), se simbolizan con la primera letra mayúscula.
Una curiosidad al respecto es que, al referenciar medidas en la escala absoluta de temperatura, la escala Kelvin, no se debe anteponer la palabra “grado” a diferencia de otras escalas como Farenheit (°F) o Celsius (°C). Es así que, por ejemplo, “30 grados Celsius” equivalen a “303.15 Kelvin”
La temperatura de color de una fuente de luz se define comparando su color dentro del espectro luminoso con el de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a una temperatura determinada. Por este motivo esta temperatura de color se expresa en Kelvin, a pesar de no reflejar expresamente una medida de temperatura, por ser la misma solo una medida relativa.
El espectro electromagnético divide por frecuencias (o lo que es inversamente proporcional, en longitudes de onda) el conjunto de ondas electromagnéticas. Es la ley de Wien la que relaciona los conceptos de longitud de onda y temperatura. Gracias a esta ley podemos saber que cuanto mayor sea la temperatura de un cuerpo negro, menor será la longitud de onda que emite.
Popularmente se relacionan los términos “Luz cálida” o “Luz fría” a ciertas temperaturas de color. A partir de 5.000 K se dice que se trata de colores fríos, mientras que con temperaturas más bajas (menores que 3.500 K) se les consideran colores cálidos. Asimismo, entre 4.000 y 5.000K se conoce como “Luz neutra”.
[1] En física, las unidades de medida se expresan con símbolos con letras minúsculas, por ejemplo, las unidades como metro (m), segundo (s), hora (h) entre otras. Por otro lado, si las unidades de medida hacen referencia al nombre de un científico relacionado a éstas, como Celsius (°C), Farad (Fa) Amperio (Ah), Kelvin (K), se simbolizan con la primera letra mayúscula.
Una curiosidad al respecto es que, al referenciar medidas en la escala absoluta de temperatura, la escala Kelvin, no se debe anteponer la palabra “grado” a diferencia de otras escalas como Farenheit (°F) o Celsius (°C). Es así que, por ejemplo, “30 grados Celsius” equivalen a “303.15 Kelvin”